Diferencia entre matriz de confusión y tabla de contingencias de atribución

Veamos algunos ejemplos que nos pueden ayudar a distinguir una matriz de confusión de una tabla de contingencias de atribución. La mejor manera de comprender la diferencia es comprobar que los aciertos, fallos, rechazos correctos y falsas alarmas (clasificación de las respuestas en una matriz de confusión) pueden darse en cualquier de las contingencias de atribución.

Para empezar, el experimento descrito en 3.2.1.2.1. presenta un fenómeno de contingencia de atribución 01 que aparece tanto en aciertos como en falsas alarmas (tabla 3.1). Esto claramente permite ver que se trata de cosas distintas. Por tanto, no podemos decir que todas las contingencias de atribución 01 son falsas alarmas (decir "antiguo" ante estímulos "nuevos"), como en un primer análisis podría pensarse. Algo parecido puede decirse del fenómeno descrito en 3.2.1.2.4, como se lee en el último párrafo de la página 139 del manual.

Veamos ahora algunos ejemplos de contingencias 10. Aquí no podemos decir que todas las respuestas de los sujetos son "fallos". Cuando un sujeto clasifica una serie de letras como "gramaticales" de acuerdo con una gramática artificial a algunos de cuyos ejemplares ha estado expuesto, no está cometiendo siempre "fallos", ya que algunas de esas series pueden ser ciertamente gramaticales y la respuesta ha de considerarse, por tanto, un acierto. Más claro se ve aún en los efectos de mera exposición. Que un sujeto diga que un polígono irregular es "más bonito" que otro (juicio de preferencia del apartado 3.2.1.3.1.), más claro o más oscuro, no puede considerarse un fallo, un acierto, una falsa alarma o un rechazo correcto.


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