¿Qué son asociados fuertes y asociados débiles?

La fuerza de los asociados es una cuestión empírica: se pide a una muestra de individuos que digan "la primera palabra que les venga a la cabeza relacionada con ...[aquí una palabra]". Luego se hace un análisis de los datos, esencialmente consistente en recuentos de frecuencias (p.ej., ¿cuántas veces aparece la palabra Y en respuesta a la palabra X?, ¿cuántas la palabra Z en respuesta a la palabra X?, ¿en qué posición suele aparecer la palabra Y en respuesta a la palabra X?, ¿en qué posición la palabra Z?, ...).

Pues bien, las respuestas que aparecen con más frecuencia, que suelen ser además las que aparecen en las primeras posiciones, son los asociados fuertes. Las que aparecen con menos frecuencia, que lo suelen hacer en posiciones tardías -cuando lo hacen-, son los asociados débiles.

Por ejemplo, supongamos que la palabra X es perro (la X de nuestro ejemplo); un asociado fuerte es gato (nuestra Y) y un asociado débil pulgas (nuestra Z). ¿Por qué sabemos que esto es así para la palabra perro? Veamos.

El resultado de esta investigación empírica a la que aludíamos arriba se publica como NORMAS DE ASOCIACIÓN. Los investigadores de la Memoria usan estas normas, para conocer la fuerza de los asociados, sobre el supuesto de que la frecuencia de asociación en la población es un estimador válido y fiable de la fuerza de asociación en los individuos.

Por eso sabemos que gato aparece -en nuestra población- un 23.6% de las veces en respuesta a perro, mientras que pulgas sólo lo hace un 0,4%. ¿De dónde hemos sacado estos porcentajes? Por suerte, los profesores Ángel Fernández (Universidad de Salamanca) y Mª Ángeles Alonso (Universidad de la Laguna) han hecho esta investigación en Español y ponen a disposición de todos sus NORMAS DE ASOCIACIÓN LIBRE.


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